Sobre el aliento del diseño interior. Feng shui para principiantes. Guía y consejos para atraer la energía positiva a tu vida, de Wu Zhen
Ligado cercanamente al taoísmo, feng shui significa “viento-agua”, y su práctica establece un diálogo entre el diseño arquitectónico y las energías invisibles del universo y la humanidad, conocidas como chi. Sobre esta práctica milenaria, que potencia la espiritualidad y mejora la salud en el ambiente del hogar y del trabajo, versa Feng shui para principiantes. Guía y consejos para atraer la energía positiva a tu vida, del maestro Wu Zhen.
La obra nos introduce en el origen mítico de la disciplina, la historia de las diferentes escuelas y la interpretación de los trigramas del Pa Kua (o Ba-Gua), en base al I Ching (Libro de las mutaciones). Los trigramas son símbolos compuestos por tres líneas que representan cielo, hombre y tierra, y las diferentes escuelas se centran en alguno de estos aspectos. Por ejemplo, la Escuela de la Brújula da suma importancia de las orientaciones celestes en el interior de la vivienda. La Escuela de la Forma también hace uso del Luo Pan, o Brújula feng shui, pero con carácter adivinador, pues se interesa más por el ser humano. Hemos de mencionar también la Escuela del Bonete Negro, fundada por Lin Yun, por ser la primera que introdujo conceptos comprensibles para la cultura occidental, y ayudó a popularizar el feng shui en las viviendas verticales.
Los principios de esta filosofía plantean que todo en el universo desprende energía y tiene conciencia. El feng shui interviene en las líneas de energía y la vitalidad de los espacios, coadyuvando al mejor desempeño de sus habitantes. Su búsqueda es lograr, a pequeña escala, un orden armónico universal, considerando el ying y el yang, las fuerzas opuestas positivas y negativas. Irónicamente, en la sociedad occidental contemporánea observamos una irreconciliable oposición al medio ambiente, a pesar de que es notorio que el entorno que nos envuelve influye en nuestra salud y bienestar espiritual.
A la hora de analizar espacios y distribuir los elementos interiores, los cuales han de mantener equilibrio dinámico, un maestro de feng shui trazaría un mapa Ba-Gua, que considera la situación personal y propósitos de los habitantes de la vivienda. El fuego, la tierra, el metal, el agua y la madera son elementos muy a considerar en el hábitat. Así pues, una casa con predominio de metales, además de crear ambientes faltos de calidez, podría propiciar problemas de salud o emocionales.
Aunque no nos apercibamos de ello, el chi, como un aliento cósmico, se adentra por la entrada principal de nuestra casa y fluye en movimientos suaves y ondulatorios. Esta energía ama los elementos preparados con afecto y dedicación, y choca contra aquellos que atraen la adversidad, el sha, la energía negativa. Por poner ejemplos, el sha toparía con una escalera frente a una puerta o una esquina, pilares salientes o dos ventanas una frente a la otra. Para desviar el sha se utilizan cortinas, plantas, biombos y espejos, ya que con sus formas sinuosas son capaces de cambiar la ondulación de la energía. Resulta curioso que el sha se manifieste en las líneas rectas, porque nos hace pensar que el racionalismo y el estilo internacional, trascendentales en la historia la arquitectura contemporánea, desprenden en cada una de sus aristas una plétora de negatividad.
Abundan en este libro sugerencias a tener en cuenta. En el caso de las buhardillas, a menudo rincones olvidados de la casa, estas corren el riesgo de convertirse en contenedores de energía estancada, por lo que se habrían de reajustar para funcionar como ventanas al cielo y al futuro. También es interesante la consideración que Wu Zhen hace sobre el televisor, elemento cardinal en los espacios domésticos y que, sin embargo, no ayuda a la interacción humana y es una fuente de sha, como lo son todos los aparatos eléctricos (incluida la computadora, inseparable hoy día para muchos). El feng shui recomienda guardar estos medios eléctricos en armarios si no se están usando, y tapar con una bonita tela el televisor, para encima ubicar detalles decorativos como abanicos, candelabros, amuletos del ying y el yang o las figuras del tigre y el dragón.
Este libro, de diseño sencillo y páginas de tono ahuesado, incita a aplicar el feng shui en todas las facetas de la vida. Por eso en sus capítulos postrimeros da consejos de salud y alimentación, y muestra unas tablas con las particularidades de los cinco elementos (fuego, tierra, metal, agua y madera), además de un listado de flores recomendadas. En resumen, una lectura amena y sugestiva que nos invita a conocer otra visión de la esencia de las cosas.
Feng shui para principiantes. Guía y consejos para atraer la energía positiva a tu vida.
Wu Zhen. Plutón Ediciones. 2018. Barcelona, España. |
José Luis Crespo-Fajardo
Universidad de Cuenca (Ecuador)
Luisa Pillacela-Chin
Investigadora independiente.
Doctor en Bellas Artes