“La música es buena para todo. Es un refugio, un remanso, un lugar para la alegría, para encontrarse y para perderse de uno mismo.” Pedro Guerra
Pedro Guerra (Güimar, Tenerife, 1966). Cantautor.
Junto a otros tres cantautores, funda el grupo Taller Canario, con el que graba varios discos con colaboraciones como Silvio Rodríguez, Joaquín Sabina, Luis Eduardo Aute y otros, y realiza giras por Cuba, Venezuela, Nicaragua…
En 1993 se traslada a Madrid para iniciar su carrera en solitario, frecuentando salas como Libertad 8 y Teatro Alfil. En 1995 publica su primer disco en solitario, Golosinas, incluyendo la canción “Contamíname”. A partir de entonces, y tras su segundo disco en 1997, Tan cerca de mí, se instala en lo más alto de las listas de éxitos.
Entre sus trabajos se encuentran los discos: Mararía (1998), Raíz (1999), Ofrenda (2001), Hijas de Eva (2002), La palabra en el aire (2003), Bolsillos (2004), Contaminados (2005), Vidas (2008), Contigo en la distancia (2010), 30 años (2013), 20 años libertad 8 (2016), entre otros.
En la actualidad se encuentra en plena promoción de su nuevo disco, El viaje, que saldrá en marzo de 2021, y del que ya ha adelantado dos temas: “Alzheimer” y “Ruego”
¿Quién es Pedro Guerra? Me refiero a la persona que hay tras el compositor y el músico.
Un ciudadano normal o que, por lo menos, intenta serlo, nacido en un pueblo de la isla de Tenerife que se llama Güímar.
Uno de los temas que ha adelantado de su nuevo disco es “Alzheimer”, en el que narra y describe las emociones de los pacientes, y nos deja frases poéticas y tiernas como “dejando de estar, estando presente” o “desaprende las cosas y de todo se olvida”. La letra nació en relación a su abuela paterna que padeció la enfermedad, pero ¿cómo surge? ¿En qué momento se escribe la primera palabra en el papel?
No lo podría decir con exactitud. Los recuerdos son de hace por lo menos 30 años. El texto, que estaba sin música hasta hace uno o dos años (que le puso música Pablo Cebrián), lo es más reciente, pero igual puedo estar entre mis papeles hace ocho o diez años.
¿Qué más trae ese nuevo trabajo y para cuándo estará en el mercado?
El disco completo estará en Marzo de 2021, y habrá canciones diversas: de amor, más personales y de temática social.
¿Qué ha ganado y qué ha perdido a lo largo de su carrera como compositor y músico?
Perder no pienso que haya perdido nada. Todo son ganancias: conozco mi oficio, tengo más experiencia, más madurez.
¿Qué canción de toda su carrera sigue tarareando su cabeza de manera instintiva?
Ya son muchas canciones y muchos años. La cabeza, normalmente, tararea la última canción que he escrito o grabado.
¿Cómo ve el panorama actual de la cultura y, en especial, de la música?
La pandemia ha venido a poner sobre la mesa cosas que ya estaban y formaban parte de nuestro sector de manera estructural: precariedad, falta de regulación… Ahora mismo se atraviesa un momento malo, como en todo lo demás, pero si hablamos de nuestro sector (muy poco trabajo, restricciones de aforo, etc.), creo que hay mucha gente que empieza a vivir situaciones muy dramáticas.
¿Y la actualidad social?
Bueno, qué puedo decir que no sepamos todos. Qué añadir. La pandemia ha llegado para modificar completamente nuestra forma de vida. Los contagios, los fallecimientos, la imposibilidad de realizar el trabajo… Ojalá podamos reactivar todo lo más pronto posible. Ojalá 2021 sea el año para remontar.
¿Cuál crees que es la mayor miseria del ser humano?
Por suerte, todos los seres humanos no son iguales. Es más, cada ser humano es único. Todo lo que tiene que ver con pensar siempre en el interés personal frente al colectivo, me parece un rasgo bastante miserable. La falta de empatía y solidaridad para con los demás. Ser incapaz de ver más allá de nosotros mismos y de nuestros intereses.
¿Cómo especie, la humana, hacia dónde cree que vamos? ¿Cree que acabaremos en alguna distopía o en alguna obra de teatro del absurdo? O, por el contrario, ¿cree que acabaremos encontrando un lugar, un espacio y una forma de convivir, apartados de nuestras propias miserias?
Eso es algo que yo no puedo saber y creo que además no es una cuestión de opiniones. Hay que intentar reconducir todo esto hacia una sociedad igualitaria y comprometida con el bien común. Lo demás, son especulaciones que a mí no me sirven para nada.
¿La música es un buen refugio para habitar eternamente y salvarnos de nosotros mismos?
La música es buena para todo. Es un refugio, un remanso, un lugar para la alegría, para encontrarse y para perderse de uno mismo.
Foto realizada por Tamara de la Cruz