“No siempre el avance ha sido progreso. Tendremos que ver de qué nos tenemos que deshacer, a qué deberemos renunciar.” (Diego Vasallo)
Diego Vasallo (Donostia, 1966) es músico y pintor de formación autodidacta.
En 1984 fundó junto a Mikel Erentxun y Juan Ramón Viles la banda Duncan Dhu, con la que ha grabado nueve discos y realizado giras de conciertos tanto en España como en Europa y México durante más de veinte años. En 2001 el grupo paró su actividad hasta 2013, en el que hubo una reunificación para publicar un mini LP de canciones nuevas titulado El Duelo (Warner 2013) y se realizaron dos giras de conciertos en 2014 y 2016.
En 1991 inicia un proyecto musical con claras influencias de sonidos 80’s, pop sintético, soul, tecno, y rhythm’blues bautizado como Cabaret Pop, con el que grabó los discos: Cabaret Pop (Warner 1991), Realidad Virtual de Rock’roll (Warner 1992) y Diego Vasallo y El Cabaret Pop (Warner 1995). Bajo este nombre se realizaron además numerosos conciertos con distintas formaciones de músicos.
En 1997 inicia su carrera en solitario ya bajo su propio nombre, publicando seis discos hasta la fecha: Criaturas (Warner 1997), Canciones de Amor Desafinado (Warner 2000), Los Abismos Cotidianos (Warner 2005), Las Huellas Borradas (Warner 2006), Canciones en Ruinas (Warner 2010), y Baladas para un Autorretrato (Subterfuge 2016). Además, ha publicado un disco-libro coeditado con Suso Saiz, El Cuaderno de Pétalos de Elefante (El Europeo, 2002) y un álbum junto al poeta Roger Wolfe, La Máquina del Mundo (Warner, 2006). En esta etapa en solitario de su carrera, su música se caracteriza por una búsqueda de la introspección sonora y un mayor peso de los textos en las canciones, acercando las sonoridades del folk, el blues y el rock’roll a un universo personal más literario.
En todos estos años ha realizado varias giras de conciertos en España, actuando en numerosas salas y teatros con diversas bandas de acompañamiento. A principios del 2020 publica su último disco, Las Rutas desiertas.
¿Quién es Diego Vasallo? Me refiero a la persona
Cada día me lo pregunto. No tengo la respuesta. Me gustaría alejarme de mí mismo, de ese maldito “yo” que citaba Cioran, y que nos hace tanto daño. Cuán difícil es mirarse desde lejos. Siempre acabamos tropezando a causa de ese fardo que llevamos.
Tú último trabajo Las Rutas Desiertas, ¿cómo podías describirlo?
Es un conjunto de canciones llenas de incertidumbre; abundan las preguntas sin respuesta. Una reflexión acerca del absurdo de la realidad que tenemos delante. Más confesional que narrativo. Más melancólico que desgarrado, y más esperanzado que derrotado.
Son canciones de aceptación más bien, acompañadas de instrumentaciones rudas y arenosas. Una textura cruda de rock básico que se adapta a una voz que se cuestiona a sí misma.
En la canción “Mi historia” de tu último trabajo “Las Rutas Desiertas”, hay una estrofa que dice “mi cuerpo fue un banco de pruebas abandonado”, ¿qué has ganado o qué has perdido a lo largo de todos estos años, primero con Duncan Dhu, luego con Cabaret Pop, y más tarde en solitario?
He perdido gran parte de las ilusiones y sueños que me acompañaban al principio. También la arrogancia y la energía que te mueven cuando eres joven. Este motor funciona ya a otro ritmo. Aunque me siguen interesando los retos, la búsqueda, el extravío por nuevos caminos. No soy nada dado a la nostalgia, en el trabajo solo me muevo hacia delante. Por otra parte, cada vez me cuesta más trabajo escribir, componer, llevar a cabo un proyecto. Cada disco que termino me parece el último, enfrentarme a un nuevo proyecto me parece una tarea hercúlea que no creo que seré capaz de realizar. Cuando me enfrento a un nuevo trabajo el oficio no me sirve, es como empezar de cero. Quizás es así como tenga que ser. La creación cada vez me parece más difícil, algo que se nos escapa de las manos.
¿Cómo ve la actualidad de la música en general?
Hay de todo, como siempre. Se hace muy buena música por ahí, y hay enorme talento; el problema es que no siempre sale a la superficie. Por otro lado, hay también una corriente de consumo muy superficial, sin criterio, que es un signo más de los tiempos tan frívolos y vacíos que vivimos. Me preocupa la forma de consumir música, esa voracidad por la novedad y ese uso tan hedonista, sin esfuerzo ninguno. Vivimos en el culto a lo fácil.
¿Y la sociedad en la que residimos?
La sociedad que se ha construido a lo largo del siglo pasado parece dar muestras de agotamiento. Es un modelo que no sé si tiene mucho más recorrido. En algún momento quizás haya que volver atrás, por lo menos en ciertas cuestiones de consumo y de crecimiento desenfrenado a todos los niveles. No siempre el avance ha sido progreso. Tendremos que ver de qué nos tenemos que deshacer, a qué deberemos renunciar. Deberemos vivir más ligeros, el modelo de consumo de usar y tirar nos lleva al desastre.
¿Cuál considera que es la peor miseria de la especie humana?
La crueldad. La falta de compasión y empatía. Somos más crueles que los demás animales porque nosotros podemos saber que lo somos. También somos mucho más estúpidos de lo que nos creemos. La especie humana, a pesar de su gran inteligencia es muy miserable.
Como ciudadanos, ¿crees que andamos despistados con tanta imagen publicitada y tanta información consumista?
Es el modelo que se ha construido durante generaciones. Aunque es verdad que nunca en la historia se ha vivido mejor que ahora, puede que estemos llegando a un final del camino en algunos aspectos. Parece que esto no da mucho más de sí. Los recursos ya se ha visto que no son ilimitados.
Como especie humana, ¿hacia dónde crees que caminamos?
No lo sé, a veces pienso que vamos al desastre y otras que los desastres no son más que parte del camino. En cualquier caso, la degradación climática y del medio en el que vivimos me parece seriamente preocupante. No sé si esto tiene ya vuelta atrás. En cualquier caso, debemos intentar ralentizarlo, al menos, y debería ser ya mismo.
Además de intérprete, compositor y letrista, también eres pintor y dibujante de cómics ¿Cómo llegó Diego Vasallo a la música? ¿Y a la pintura?
Mi vocación más clara cuando era un crío y también de joven era la pintura y el dibujo. Siempre pensé que me dedicaría a algo o por lo menos relacionado con las artes plásticas. De chaval me pasaba el día dibujando, y lo hacía bastante bien, la verdad. La música fue algo mucho más fortuito. Aunque varios amigos vivíamos la música de una manera muy intensa, en esa época no lo veía como algo a largo plazo, y mucho menos una profesión. Sin embargo, llegó a ser mi modo de vida, y mi oficio.
Desde hace muchos años intento compaginar la música y la pintura, aunque no me resulta nada fácil, tienen dinámicas opuestas.
¿Qué te acerca más a tu creatividad interior? ¿La pintura, el cómic o la música? ¿O todas se complementan?
Creativamente me interesan todas, también la poesía. Pero yo diría que la pintura es la disciplina que más se ajusta a mi carácter. La soledad que requiere, el tiempo lento, la evolución de la obra a largo plazo, la fisicidad del material, todo ello coincide con mi forma de entender el arte.
El cómic como medio me parece fascinante: barato, intuitivo, rudimentario, artesanal. El problema que he tenido siempre con el cómic es que no soy un contador de historias, mi escritura tiende siempre al fragmento. Pero me gustaría probar alguna idea que me ronda, algún día.
La música me atrapa siempre, es muy adictiva. Es un medio mucho más extrovertido y un trabajo colectivo casi siempre, que no se adapta mucho a mi forma de funcionar, pero sigo cayendo en ella una y otra vez, creo que me atrapó para siempre.
Para Diego Vasallo ¿qué debe tener una obra, bien sea una canción, un libro, una pintura, un cómic, para que llame su atención?
El arte creo que es comunicación, sobre todo. La emoción visceral, no racional, me atrae mucho, cuando ocurre (raras veces) es algo muy poderoso. Mágico. Pero ya me suelo conformar cuando algo llama mi atención: por su misterio, su magnetismo, su mirada propia. Ese acercamiento ya me parece mucho y muy valioso.
Por último, ¿en qué proyectos trabajas actualmente?
El parón por el Coronavirus me ha pillado en plena presentación de mi último disco “Las Rutas Desiertas”, y con unos cuantos conciertos suspendidos, espero que, de momento, y que podamos retomarlos cuando se pueda volver a la actividad. Por lo demás tengo una exposición este verano en Zarauz junto al pintor Jesús Mari Cormán, con nuestro proyecto conjunto Black Twins. Ojalá no haya que aplazarla.