Marco Aurelio (abril 121 d.C.)
Meditaciones
4.9. La naturaleza de la conveniencia se ha visto forzada a hacer eso.
4.11. No hagas suposiciones iguales a los juicios que hace el que ofende o a los juicios que quiere que tú hagas, considera por el contrario qué es según la verdad.
4.13. ¿Tienes la razón? Sí. ¿Por qué no la usas? Si ella hace lo que le es propio, ¿qué más quieres?
4.15. Muchos granos de incienso en el mismo altar. Uno se depositó antes, otro después. No importa. (Era la ofrenda típica de la religiosidad popular.)
4.17. No vivas como si fueras a vivir diez mil años. Tu destino está pendiendo. Mientras estás vivo, mientras es posible, hazte bueno.
4.22. No hay que dar tumbos, sino ante cualquier impulso restituir lo justo y ante cualquier representación preservar lo comprensible.
4.41. Eres un alma diminuta que lleva un cadáver, como decía Epicteto.
4.43. El tiempo es como un río de sucesos y un flujo violento. En cuanto algo se ve, ya ha pasado de largo y otra cosa distinta es la que pasa, que también pasará. (Reminiscencias evidentes de Heráclito.)
6.6. La mejor manera de defenderse es no hacerse igual que ellos.
6.7. Disfruta y descansa con una cosa: con pasar de una acción comunitaria a otra acción comunitaria acordándote de dios.
7.20. Sólo una cosa me distrae, el miedo a que yo mismo haga algo que no quiere la constitución del hombre o de la forma que no quiere o lo que no quiere en este momento.
8.42. No merezco entristecerme a mí mismo, puesto que tampoco entristecí a otro voluntariamente.
9.20. El error ajeno hay que dejarlo allí.
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