- La vida es sueño; el despertar es lo que nos mata.
- No hay barrera, cerradura ni cerrojo que puedas imponer a la libertad de mi mente.
- Si no cuentas tu propia verdad, no puedes contar la de los demás.
- La belleza debe romperse a diario para permanecer hermosa.
- Madurar es perder algunas ilusiones para empezar a tener otras.
- Como nadie puede decirme si la escritura es mala o buena, el único valor seguro es el propio placer. Estoy segura de eso.
- Es posible que el mundo en sí no tenga sentido.
- Un “yo” que sigue cambiando es un “yo” que continúa viviendo.
- No hay necesidad de apresurarse. No hay necesidad de brillar. No es necesario ser nadie más que uno mismo.
- Todos los sentimientos extremos se alían con la locura.
- Una luz aquí requería una sombra allí.
- La ropa no es más que un símbolo de algo escondido en lo profundo.
- La sociedad es todo y la sociedad no es nada. La sociedad es la invención más poderosa del mundo y la sociedad no tiene existencia alguna.