- La mitad de la belleza depende del paisaje y la otra mitad del hombre que la mira.
- El hombre superior ama su alma; el hombre inferior ama su propiedad.
- Vive como si no fueras a morir nunca, actúa como si fueras a morir mañana.
- Si no puedes vivir una vida bella, debes soñarla.
- El máximo de poder es la iniciación de la decadencia.
- Un placer como el de una conversación perfecta es necesariamente raro, porque los sabios rara vez saben hablar y los que hablan rara vez son sabios.
- Es muy simple; cuando uno quiere a una persona puede llamarla por cualquier nombre, que siempre tiene un sentido cariñoso.
- La belleza de la vida humana consiste en que, al revisar nuestras resoluciones el día de fin de año, descubrimos que hemos cumplido una tercera parte, hemos dejado sin cumplir otro tanto, y no podemos recordar a qué se refería la otra tercera parte.
- Hay tanto para amar y admirar en esta vida, que es un acto de ingratitud no estar feliz y contento con esta existencia.
- Perdonamos a los grandes del mundo porque han muerto, pero en vida son imperdonables.