Año y lugar de nacimiento: 1995, Zaragoza
Estudios y/o experiencia laboral: Ingeniería industrial. Como me gusta decir a mí: “Soy una niña que acaba de despertar con 24 años y una ingeniería”.
Trámite en años de TCA propio: De los 17 a los 24 años. Aunque los complejos vienen desde pequeña…
Autora del libro Y tú, ¿quién eres?, propone un estudio desde dentro de los Trastornos de Conducta Alimentaria que ayuda no solo a su superación por la comprobación de su posibilidad efectiva de cura sino también por el acercamiento sensible a su entendimiento por parte de todas aquellas personas que desconocen sus causas, sus raíces; el dolor y el miedo que mueven a una persona a, como bien dice la autora, no apostar por ser quienes son. Un bonito canto a la libertad frente al encorsetamiento de los estereotipos actuales de belleza. Escrito sin ánimo de lucro, dona todos sus beneficios a la ayuda en estos trastornos. La autora se revela así no solo como ganadora en la lucha sino como solidaria compañera infatigable de todos aquellos otros que siguen en ella. También ofrece ayuda a través de sus redes: @BricenoTena
@mtenabric
Su lema: “Cómete tus miedos”.
En tu libro nos hablas de cómo la anorexia nace del miedo a no estar integrado en un grupo o, en general, en el medio social. ¿Definirías la anorexia como el trastorno del “miedo social”?
Creo que la anorexia es la enfermedad del miedo pero, a la vez, ¿qué enfermedad psicológica no lo es? Miedo a no estar integrado, miedo a no cumplir expectativas, miedo a no sacar las mejores notas, miedo a no ser suficiente, miedo a ser rechazado, miedo a no controlar la vida… Está muy relacionado con la baja autoestima, con el perfeccionismo, con una autoexigencia inmensa, con querer antes el bien de los demás que el tuyo propio. Hay una lucha interna de no ser aquello que quieren que seas y, a la vez, no saber qué quieres tú mismo.
Sin embargo, parece que es como la serpiente mordiendo su propia cola: nace de la necesidad de integrarse en el medio social y, a la vez, es un trastorno muy poco comprendido por la sociedad la cual puede llegar incluso a tener sentimientos reactivos hacia quienes la padecen, ¿es así?
Por lo que he vivido, creo que se trata de una enfermedad que no es nada comprendida. Lo digo de primera mano. Yo misma, con 16 años, decía que no entendía cómo unas niñas eran tan egoístas de querer tener un cuerpo delgado hasta el punto de preocupar a sus seres queridos… He aprendido que no hay que juzgar lo desconocido. ¡Nunca!
Cuando empecé a ir al psicólogo a la gente no le gustaba que lo dijera. En España, ir al psicólogo está asociado con estar loco, aunque he de decir que cada vez tiene mayor aceptación.
La anorexia es una enfermedad que o la padeces o es muy complicado, imposible, diría, de entender.
En tu libro, cuentas cómo es ese miedo a no encajar conjugado con cierta tendencia al perfeccionamiento, lo que lleva a perseguir el que parece un “éxito personal” inapelable: el cuerpo esbelto, ¿es así?
Cuando parece que todo es negro, que no puedes controlar nada, parece que la única solución para alcanzar algo de felicidad, algo de aceptación es controlar tu físico.
En un mundo en el que todo cambia, no hay nada estable, si hay problemas en casa se dificulta mucho más, no crees en ti mismo, por lo que el éxito es algo que ves en el horizonte. El querer contentar a todo el mundo y querer cumplir expectativas cuando, en realidad, son imposibles de cumplir, hace que puedas llegar a sentirte hundida, no sabes cómo encajar, no sabes qué más hacer para sentirte bien. Dentro de ese perfeccionismo está la “imagen perfecta” y es lo único que puedes llegar a controlar, así que, poco a poco, te vas aferrando a eso y, poco a poco, te obsesionas más y más hasta no poder controlarlo. Sin embargo, al único que tienes que contentar en este mundo es a ti mismo.
¿Crees que influyen mucho, pudiendo llegar hasta a determinar el comportamiento de una persona, los comentarios jactanciosos (típicos en la adolescencia) acerca de su aspecto físico natural (como tener un buen trasero o unos buenos muslos)? ¿O crees que hay un problema de otra índole aún más determinante? ¿Cuál crees que es el mayor estímulo negativo que puede recibir una persona susceptible de anorexia?
En la anorexia hay muchas fases, cada una tiene unos comentarios negativos. Aunque sí, es verdad que siempre están los generales: “mira qué delgada está esa”, “te estás pasando de comer”, “deberías cuidarte más”, etc. Son sobre todo las comparaciones y los comentarios que, seguramente sin esta intención, hacen sentirte inferior.
En mi caso, yo estaba fuerte de hacer atletismo y recibía comentarios negativos respecto a mi imagen. Bien es verdad que la autoexigencia es la peor enemiga. Compararte con actrices de Disney cuando tienes 9 años y pensar “yo algún día estaré así”, desde luego no es lo más sano.
Cuando empecé a adelgazar, hay una serie de comentarios que, sin intención de ser negativos, lo son: “Qué bien te veo”, “estás mejor que nunca”, “te sienta muy bien la dieta”… Esos comentarios lo que hacen es provocar en tu interior un subidón de autoestima (cosa buena, en principio), pero que, en algún caso, como el mío, pueden llegar a reforzar el seguir y seguir adelgazando.
Una vez empiezas a estar más y más delgada, los comentarios negativos suelen ser: “Te estás pasando”, “cómete esto, que estás muy delgada”, “estás en los huesos, así no gustas”… Es decir, volver a las comparaciones, pero ahora en el otro sentido.
En conclusión, yo creo que lo más negativo que se puede recibir es una comparación que te deja en un nivel inferior. Hay que tener mucho cuidado con lo que se dice, no solo ya a nivel de TCA, sino de depresiones y autoestimas bajas.
A mí personalmente me parece que los estereotipos actuales de belleza son excesivamente delgados, ¿estás de acuerdo conmigo en que debería haber unos decretos mínimos de medidas en la publicidad como en los maniquíes de tiendas, etc.? ¿Crees que ayudaría esto en algo a que no se dieran tantos casos de TCA?
Tienes toda la razón. Si tú vas a una tienda y acabas teniendo que usar la talla M (siendo, como es, una talla normal), se puede dar el que, como empezamos en tallas muy bajas, puedas sentirte grande. La publicidad constante de modelos delgadas, actrices guapísimas (que todo es Photoshop) te hace sentir descuidada y que no das “la talla”. Creo que habría que regular muchas cosas entre ellas el tallaje y la publicidad.
El caso masculino, dicen, es minoritario y distinto, ¿crees que es así, o crees que la raíz radical se encuentra igualmente en ese mismo miedo a la inadaptación y ese espíritu perfeccionista del que nos hablas también en tu libro?
El caso masculino, bien siendo menor, no es algo minoritario, hay muchos casos de chicos que padecen estos complejos, esta bajo autoestima. Ten en cuenta que, al igual que para la mujer es estar delgada, tener un buen pecho, curvas perfectas y nada de celulitis; para los hombres se trata de ser alto, estar fuerte, tener abdominales… Eso hace que muchos chicos se sientan pequeños. Durante toda esta trayectoria (que comenzó por Instagram), me han escrito muchas personas, entre ellas bastantes chicos y lo pasan igual de mal, puede que incluso peor porque es una enfermedad que está asociada al genero femenino.
¿Cuándo sabe una persona con TCA que está realmente curada? ¿Hay algún sentimiento o pensamiento que sea el decisorio de que no habrá recaída?
El proceso de recuperación es muy lento, mucho. Piensa que todo ese miedo que has ido acumulando tienes que romperlo. Ha costado mucho esfuerzo, mucha fuerza de voluntad, mucha hambre llegar hasta ahí… Pues romperlo cuesta, desgraciadamente, muchísimo más.
Vas rompiendo barreras paso a paso y vas olvidando esos miedos.
Supongo que depende de cada persona, pero creo que sabes que estás realmente curado cuando tienes hambre y no se te pasa por la cabeza prolongar esa necesidad básica. Cuando sales fuera y lo disfrutas, no tienes ansiedad, cuándo ves la comida como placer y no como ingredientes de una poción que dependiendo de lo que eches va a hacerte estar más o menos delgado, y que hay que tener cuidado qué ingredientes mezclar.
Pero ya no solo en torno a la comida, la anorexia es mucho más que eso. Creo que son las ganas de vivir, vivir de verdad, de disfrutar, de por primera vez en mucho tiempo querer dejarte llevar por la vida, no controlar cada paso, cada segundo.
Aunque, como todo, hay momentos malos, momentos que estás triste otra vez, solo que ahora sabes que toca luchar por vivir, no por morir, porque has visto las posibilidades que te da la vida y quieres explotarlas.
Mi mayor motor de motivación es poder ayudar a otras personas, ayudarles a ver los colores de la vida, ayudarles en su trayectoria.
¿Qué te impulsó a escribir este libro? ¿De qué anhelo nace su idea? ¿Crees que hay un vacío en cuanto a bibliografía de este tipo al respecto?
Como he comentado, todo nace a través de una cuenta de Instagram que inicié para hablar del tema sin reparo, sin esconderme, sin complejos. Me daba mucha rabia que se tratase de una enfermedad tan tabú, no tiene sentido que así sea. Es la enfermedad mental con mayor tasa de suicidios (15-20%), a mí eso me impacta, quiero decir, es algo más complicado que querer estar delgado y la gente no lo ve así.
Creo que hay libros con respecto al tema, pero puede que sean libros que hablen muy por encima de ello. Yo he querido hablar de todo lo que me pasó con sinceridad, sé que a cada uno le pasa por distintas cosas, pero creo que la base es importante y, al final, si quiero ayudar, ayudar de verdad, es importante darlo todo, sin verdades a medias.
Además, lo escribí con dos objetivos muy claros: ayudar a personas que estén en la situación a salir adelante, da igual en la etapa que estén. Y ayudar a la sociedad a acercarse más al problema, a que puedan entender un poco mejor. Bien es verdad que si no sufres algo parecido es muy complicado comprenderlo, pero quiero pensar que con esto puedo conseguir acercarme a esta realidad.
En el comienzo del libro, hablas de la anorexia como tabú, ¿puedes concretarnos los matices de esta idea un poco más? Y, ¿de qué manera crees que perjudica que no sea algo de lo que se hable abiertamente? ¿Crees que ese silencio perpetúa la continuación de esos estereotipos de belleza imposibles, retocados con Photoshop y que, llevados a su estricta aplicación, pueden suponer la pérdida no solo de la salud sino hasta de la misma vida?
Creo que es un tabú porque cuando alguien tiene un familiar que lo padece, no es que esté avergonzado, pero, sí se da que no quiere hablar de ello. No es como el cáncer que la gente lo acepta y se nota que se acepta como algo que no se elige. La anorexia tampoco se elige, la sociedad cree que si.
¿Has oído a alguien decir “acabo de ir al psicólogo” abiertamente? Yo si he oído “he ido al digestivo”, “me acabo de hacer análisis”, etc. Pero lo del psicólogo no lo he oído, ahora que estoy metida en este mundo sí lo oigo, pero más a nivel personal.
Entiendo que no es nada fácil aceptar la enfermedad y somos nosotras, las sufridoras, las primeras que tenemos que luchar por ello. Por eso yo no tengo ningún reparo en decir que he tenido anorexia y que me pregunten sobre ello, me gusta hablar de ello. Lo contrario, perjudica de muchas maneras, ya que estando enferma y no pudiendo hablar de ello, te sientes avergonzada. Al ser algo tabú, la persona que lo sufre no se atreve a compartirlo, a pedir ayuda, a acudir a un experto y se va encerrando cada vez más en sí mismo. Ese silencio hace que las marcas tengan modelos en los huesos, que no se luche por los sentimientos de las personas. Al final hay que luchar por la felicidad, por un buen estado de ánimo, por estar contentos con nosotros mismos; la sociedad lo hace difícil. Por eso he decidido hacer ruido, las cosas tienen que cambiar.
Tu libro es un libro salvífico, cargado de esperanza, que muestra la real posibilidad de la cura, la luz al final del túnel, ¿te gustaría enviar unas palabras a todas aquellas personas que ahora mismo están en duelo por este problema? ¿Te gustaría, como bien menta el título de tu libro, decirles algo acerca de quienes son realmente?
El título del libro es apropiado porque en toda esta lucha interna se va a decidir quien eres tú. No lo sabes, pero en el proceso de la recuperación estás buscando, batalla a batalla, definirte.
Me gustaría decirles que no están solas, que hay mucha gente a su alrededor, gente que les quiere, que les quiere apoyar, que no les van a juzgar, y que hay, desgraciadamente, mucha gente en una situación parecida. Decirles que no tengan miedo, que el camino es duro, pero merece la pena. Tirar la toalla es lo fácil y no nos gusta lo fácil. Que para cualquier cosa que necesiten, que no duden en contactarme, para eso estoy.
Cada uno somos únicos, no sirve de nada compararse porque lo que tú puedes aportar es único y tienes que estar feliz de poder hacerlo, aceptarte y amarte, sobre todo amarte.
Poeta, licenciada en Filosofía y grado superior en Diseño.